Amsterdam es nombrada después del río Amstel y tiene una población de 740.000 personas. Los proyectos de recuperación de terreno por tierra han sido el resultado de varios siglos, lo que la ciudad ahora confina con el agua dulce del IJsselmeer, aunque fue construida originalmente en el Zuiderzee (mar del sur). El centro de la vieja parte de la ciudad tiene forma de herradura, rodeada por tres canales muy conocidos llamados el “Herengracht”, “Keizersgracht” y “Prinsengracht”. Al norte de la ciudad encontrará uno la impresionante estación central del tren que data del siglo XIX, con su techo pintado en el interior y con ladrillo adornado. Amsterdam es uno de los destinos más populares del mundo para los viajeros, y ofrece una abundancia de actividades culturales y sociales.
La ciudad tiene una amplia gama de atracciones turísticas importantes, tales como el Rijksmuseum con “La Ronda de Noche” de Rembrandt y alguno que otro exquisito Vermeer. El Museo Van Gogh es también digno de visitar y es muy accesible, es un edificio muy moderno y llamativo, que no solo contiene muchos de los paisajes del artista, sino también obras de los interiores del infame pintor holandés, así como otras exposiciones temporales.
Desemejante a lo que algunas ciudades más frecuentemente visitadas de Europa, Amsterdam se explora mejor a pie. Con su extensa red de canales, los visitantes pueden caminar a lo largo de las pacíficas calles con árboles alineados y casas elegantes del siglo XVII, convertidas en almacenes. El anillo interno es una de las áreas más hermosas, con una confusa área circular de calles, como el conocido “Grachtengordel”, o la “faja de canales”. Es muy agradable el vagar a lo largo de las cuatro rutas principales del Singel, con restaurantes de cinco estrellas, por el Prinsengracht dónde se localizan encantadores cafés junto del agua. Incluso en clima frío, hay abundancia de cosas que hacer y ver, pues las numerosas casas de la ciudad, ahora poseídas por ciudadanos holandeses ilustres, se han convertido en museos, se encontrará uno admirando pisos de mármol, y azulejos hechos a mano de Delft en cocinas y escaleras magníficas que conducen a dormitorios suntuosos.